Ayer me fui, al salir de trabajar, con Lucas a probar a la lubina. Llevábamos unos intentos fallidos y ayer por lo menos rompimos el maleficio.
El dia era de perros a perracos, vamos el típico dia en el que aunque oigas el despertador no te mueves de la cama; frio, nordés intenso,...
Mi necedad junto que no hace falta mucho para convencer a mi amigo hizo que nos lanzáramos a probar suerte. Probamos a sotavento y alguna se veia seguir el señuelo pero nada, probamos al bravo y salió la de la foto.
Espero que este sea el comienzo de una fructifera pareja lubinera. No pude sacar foto a la zona de pesca porque, falto de confianza, dejé la cámara en el coche, para otra no pasa.
Un saludo y buena pesca.